LAS INVASIONES BÁRBARAS. EL REINO
VISIGODO: INSTITUCIONES Y CULTURA.
Por lo que respecta
a la Península Ibérica, aunque ya durante los siglos III y IV se detectó la
presencia de bandas de pueblos germánicos, es no obstante, a inicios del siglo
V cuando se produjo la gran invasión.
En el año 409
cruzaron los Pirineos los suevos,
vándalos y alanos.
Al llegar a
Hispania, los visigodos eran
probablemente el pueblo germánico más romanizado, ya que hacía 35 años que
vivían ya dentro de las fronteras del Imperio. Los guerreros que ocuparon Barcino, en el 415, habían nacido, en
su mayoría, dentro de él.
Aparecieron en la Tarraconense, con el propósito de
combatir a los otros pueblos invasores (vándalos, con la promesa de tierras en
las que asentarse, por el sistema de hospitalitas…);
pero después de firmar en el año 418 un pacto o foedus, el de Valia, con la
Roma del emperador Honorio, y la Hispania del patricio Constancio, abandonaron
la Península, estableciéndose en las Galias, y formando el reino visigodo de Tolosa…
Los visigodos comenzaron a establecerse a ambos lados
de los Pirineos, y aunque aceptaron el latín como idioma común con los hispanos
y galorromanos, les separaban de ellos su religión (arrianismo), y sus leyes consuetudinarias…
En un principio no
hicieron nada por mezclarse con los pueblos dominados; incluso estructuraron
dos códigos de leyes distintos: el
Código de Eurico, del 476, el mismo de la caída de Roma, para los
visigodos, tenía por fin transformar a los godos, de huéspedes militares
efímeros, en propietarios de tierra con plenitud de derechos.
Por otra parte, en
el 506, se publicaba el Breviario de Alarico II o de Amiano, para
los hispanos y galorromanos (derecho territorial),
Fueron los francos, vencedores en Vouillé, en el 507, los
que lograron expulsarles de las Galias, conservando tan solo los godos la Septimania o Narbonense.
A partir de este momento, se trasladaron
definitivamente a tierras hispanas, en donde fundaron un reino con capital en Toledo.
Numéricamente eran
pocos: sobre una población de 4 ó 5 millones de hispano-romanos, apenas unos
200.000. Parece ser que se asentaron preferentemente en La Meseta, valle del Duero (las crónicas astures hablan de los “Campi Ghotorum…)..
Las diferencias
religiosas y jurídicas entre ambas poblaciones dificultaban la consolidación de
un Estado unificado y fuerte.
Sin duda uno de los
períodos más brillantes y esenciales para comprender la posterior evolución del
reino, corresponde a los tres reinados sucesivos de los miembros de una misma
familia: Leovigildo (569-586), Recaredo
(586-601) y Liuva II, (601-603).
- Acentuación esencial de las diferencias entre el rey y el
resto de la población.
- Conversión de la monarquía electiva en hereditaria en su
dinastía.
- Reforzamiento del poder real, para frenar cualquier
veleidad independentista de la aristocracia latifundista.
- Eliminación de las diferencias jurídicas y religiosas.
Para alcanzar el
logro de toda esta serie de objetivos llevó a cabo las siguientes acciones: militarmente: eliminó las posesiones
bizantinas del sureste de la Península,
tomadas por el General Belisario, en
tiempos de Justiniano, y provocadas
por las terribles luchas de Agila y
Atanagildo (554-557); llevó a cabo campañas contra los pueblos del norte, vascones, astures y cántabros; inició la
ocupación del Estado suevo, en el
noroeste peninsular, terminada por Suintila
en el siglo VII…
Por otra parte
asoció al trono a sus dos hijos, Recaredo
y Hermenegildo, para asegurar el trono en su familia, y evitar las
rivalidades en la sucesión dinástica, típicas de una monarquía electiva como la
goda, imitando el sistema bizantino imperante…
Pubicó un nuevo
cuerpo jurídico-legal, el famoso “Codigus
Revisus”, que fundía el derecho personal y el territorial, y permitía los
matrimonios mixtos.
Impuso en Hispania,
todo el boato, lujo, esplendor y protocolo imperial de Oriente. Así, San
Isidoro, nos señala en
sus crónicas que fue el primer soberano visigodo que usó trono, vestiduras y
adornos reales, como la diadema o el manto de púrpura, la corona, que acuñó
moneda con ocasión de los fastos reales…
Pero frente a todos
estos logros, fracasó, sin embargo, estrepitosamente, en su intento de lograr
la unificación religiosa del reino en base al arrianismo, lo que motivó un conflicto muy violento con su propio
hijo, Hermenegildo, dux de la Bética, recién convertido al catolicismo y
ferviente defensor .de éste, aunque con un matiz de rebelión política también
en el fondo…
Recaredo, dando muestras de una gran inteligencia
política, se convirtió a la religión de la mayoría en el III Concilio de Toledo, en
el 589.
Durante el reinado
de Suintila
(621-631), se finalizó la expulsión de los bizantinos y de los suevos…;
y durante los reinados de Chindasvinto y Recesvinto
(642-672), se fortalecieron, con el primero la institución monárquica y la
idea de un Estado centralizado, ya que la Crónica
de Fregedario, nos informa de una terrible purga realizada en las filas de
la nobleza a poco de subir al trono, algo que ocurrió también con el segundo,
aunque resulta de mayor interés la publicación del
“Fuero
Juzgo o Liber Iuidiciorum”, que ponía fin a las barreras jurídicas que
habían separado a los visigodos de los hispanorromanos
De todas formas,
los últimos tiempos del reino fueron una pugna continua entre las diversas
facciones nobiliarias en lucha por el poder, dado el carácter electivo de la
monarquía que favorecía el poder de la nobleza, ya que el rey no era más que un
“primus
inter pares”, dentro de un sistema político, económico y social prefeudal…, marcado por un ruralismo
creciente, el papel del colonato en el trabajo el campo, la tendencia al
autoconsumo, el desarrollo de los lazos de dependencia personal y el dominio
del poder político por las clases altas de la sociedad, concentración de la
propiedad de la tierra en manos de la aristocracia y de la Iglesia, predominio
de las actividades agrícola-ganaderas….
Muerto Witiza (702-708), designó como rey a su
hijo Agila, apoyado por una parte de
la nobleza, aunque el resto apoyo como nuevo monarca a Rodrigo, dux de la Bética, que una vez asentado en el trono, se
tendría que enfrentar a su rival, apoyado entre otros por su tío, arzobispo de
Sevilla, y por las tropas musulmanas instaladas en el norte de África, que
culminarían con la llegada en el 711, de
Tariq y Muza, generales del Califa
Omeya de Damasco, que en Guadalete, darían muerte al rey, acabando al mismo
tiempo con el dominio visigodo de Hispania, y dando inicio a 800 años de
ocupación musulmana de la Península.
SOCIEDAD.
A nivel social, la
nobleza hispano-romana, los
senatoriales, se fusionó con la goda, los Seniores Ghotorum; por otro lado se hallaban los humiliores, pequeños propietarios libres..
Los nobles
visigodos tenían su clientela personal armada, sus propios encomendados, los bucelarios,
a los que pagaban su servicio de armas con tierras; mientras que los reyes
contaban con sus gardingos…
Los colonos eran adscritos, perpetua y
hereditariamente al predio que cultivaban…, aunque eran jurídicamente libres;
mientras que los siervos, eran res domini; la manumisión
podía convertir al siervo en liberto, aunque en la práctica seguía
vinculado a su antiguo dueño por una relación de patrocinio.
INSTITUCIONES POLÍTICAS.
Al frente del
Estado visigodo se hallaba el monarca, jefe supremo de la comunidad.
La monarquía
visigoda nunca perdió su carácter electivo,
recayendo la designación de los reyes en los magnates y los prelados.
El poder real debía
ser depositado en la persona sagrada del rey, pero limitado por la justicia y
la rectitud de su actuación, en cuanto que dicho poder debía de ejercerse no
para la opresión y el daño, sino para el bien común y la utilidad pública (Platón, La República.), con lo que
debía de estar sometido a leyes y normas morales, elaboradas por los grandes Padres de la Iglesia, como San Isidoro.
Todos los súbditos
debían de prestar juramento de fidelidad al rey y eran los Concilios de Toledo, los
que ponían las condiciones de acceso al cargo, (sacralización de la figura real, al ser ungido por el obispo de Toledo
en una gran ceremonia religiosa),
los que legalizaron los destronamientos y las usurpaciones e la corona,
decidieron el castigo o persecución de los rebeldes al Estado, de los judíos….
Todas estas ideas
quedan resumidas en la máxima isidoriana: “rex
eris si recte facias, si non facias non eris”…
Para el ejercicio
de sus funciones el rey contaba con la ayuda del Aula Regia, organismo consultivo integrado por los miembros de la
alta nobleza: los magnates, su
consejo privado, que le asesoraba en cuestiones políticas y judiciales; los gardingos, miembros de la comitiva
real, y los jefes de los diferentes servicios y ramas del Officium Palatinum (jefe de la Cancillería, Guardia Real, de los
establos, del servicio de mesa, el conde de la ciudad de Toledo…).
LA CULTURA Y EL ARTE EN LA HISPANIA VISIGODA.
El desarrollo de la
cultura tropezó con numerosos obstáculos materiales, como la escasez y el alto
precio de los pergaminos y la dificultad para conseguir manuscritos antiguos.
Los eclesiásticos
monopolizaron la cultura y la enseñanza, convirtiendo ambas en armas de dominio
ideológico.
Así los principales
focos de la cultura visigoda se localizaron en torno a las sedes episcopales de
Toledo, Sevilla y Zaragoza, o en las escuelas monacales…
San Isidoro de Sevilla, formado en la escuela que creara su
hermano Leandro, alcanzó la dignidad
arzobispal hispalense, y su obra fue de una enorme variedad: desde crónicas de
los acontecimientos de la época, hasta escritos teológicos o epístolas de
indudable calidad literaria…
Pero su principal
aportación fueron las Etimologías, al
salvar en ella el legado de la antigüedad, con un marcado carácter pedagógico y
enciclopédico, de gran influencia a lo largo de toda la Edad Media.
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